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jueves, 10 de marzo de 2011

69 porqués de estudiar Veterinaria

1. Porque dormir más es vivir menos.
2. Porque el látigo y la cera caliente en el pecho ya me aburrían.
3. Porque vaya donde vaya sólo veo virus, bacterias y parásitos.
4. Porque puedo ver enfermedad donde tú sólo ves malestar.
5. Porque la vida son 4 días y a mí me sobran 3.
6. Porque me he visto todos los capítulos de "Érase una vez la vida".
7. Porque soy masoquista, y me gusta que los médicos me falten al respeto.
8. Porque no sabía qué hacer con mi tiempo libre.
9. Porque no sabía dónde me metía.
10. Porque me van las preguntas tipo test de respuesta múltiple, quitando negativas y empezando a puntuar después de 7 aciertos.
11. Porque el saber no ocupa lugar, y lo intento meter todo junto en mi cabeza.
12. Porque vinagre para mí es un libro de Química.
13. Porque mi madre me quiere en casa durante muuuuuuuucho tiempo.
14. Para dejar la calle y conocer más bibliotecas.
15. Por amor animal.
16. Porque prefiero ir a craneal, en lugar de mirar a caudal, aunque ello me lleve de rostral al suelo.
17. Porque me encanta curar animales, y aún así me enseñan a meterlos en batería, cocinarlos, matarlos sin dolor, castrarlos, operarlos o eutanasiarlos para que no sufran.
18. Porque me encantó "Corrupción en Miami".
19. Porque no hay mejor forma de que te dejen espacio en el autobús, que ir a una buena práctica de campo.
20. Porque yo lo valgo.
21. Porque el que vale, vale, y el que no, "pa" ATS o magisterio.
22. Porque tocar penes de animales da otro sentido a mi vida.
23. Porque era la última carrera en el librito informativo, y las últimas siempre son las primeras.
24. Porque nací pobre y quiero morir igual.
25. Porque necesitaba saber cuánto alcohol puedo beber, cuántas parrilladas puedo ingerir y cuánto café puedo soportar.
26. Porque el Redbull es adictivo.
27. Y el olor a formol también...
28. Porque coger salmonelosis en una práctica es relajante y constructivo... digo obstructivo... para los baños.
29. Porque curaré animales que ni yo sabía que existían.
30. Porque sé de enfermedades que no salen en "Urgencias", "Hospital Central", "House", "Anatomía de Grey", ni en "Expediente X".
31. Porque "Pelopicopata" es el mejor programa del mundo.
32. Porque no quería sorprenderme cuando en "Jackass" metían la mano por el culo a una vaca.
33. Porque los animales me lo agradecerán siempre... cagándose en mi puerta.
34. Porque siempre quise conocer el campo, pero campo, campo, campo...
35. Porque después de noches en vela con mi título, el empresario agrario aún me dirá: "CHAAAA LA VACA TA JARTÁ NO TE DAS CUENTA U QUÉEE??"
36. Porque Veterinaria es un "Gran Hermano", una "Casa de tu Vida", un "Aventura en África", una "Granja de Famosos" y todo lo que le pongas.
37. Porque... porque... Por qué??? POR QUÉEE??!! Eso me pregunto yo a todas horas.
38. Porque una vez leí que palmas a las 72 horas sin dormir... y necesitaba comprobarlo...
39. Porque me encanta cenar cuando veo amanecer.
40. Porque me mola eso de tener 4 ó 5 horas de examen y que aún te falte tiempo.
41. Porque según nuestros profesores tenemos 3 semanas de vacaciones después de 3 meses de exámenes.
42. Porque al inicio de verano es cuando menos fiestas hay y menos se liga... así que yo a la biblioteca.
43. Porque la biblioteca en verano tiene un  olor "especial".
44. Porque el aire acondicionado no enfría las neuronas ni en verano.
45. Porque me encantan las fiestas de la uni... y sólo en esta carrera las puedo estar haciendo hasta que cumpla los 40.
46. Porque en ninguna otra cafetería de facultad te llaman por tu nombre... aquí se puede añadir: y te sirven lo tuyo incluso antes de pedirlo.
47. Porque fue una revelación y me sabía mal no hacerle caso.
48. Porque estoy más loca que cualquiera y lo quería demostrar.
49. Veterinaria???!!! Pero esto no era Ciencias del mar???... ya decía yo que estaba estudiando demasiado...
50. Porque llevar gafas es de modernos y mirar microscopios durante 3 horas contribuye a ello.
51. Porque un frotis vale más que mil palabras.
52. Porque dudaba entre Veterinaria y la Legión, y total como allí también hay cabras...
53. Porque quería inventar una paranoia post-examen a la que ni los psicólogos pudieran encontrar solución.
54. Porque quería cuatrimestrales de carácter anual.
55. Porque me gusta aprobar 3 prácticos, 4 parciales, 2 exámenes de diapositivas, y a pesar de todo... tener que ir a finales.
56. Porque el de secretaría ya se conoce hasta mi fecha de nacimiento y ya no me deja cambiarme de carrera.
57. Porque quería prácticas a todas horas, todos los días de la semana y si pueden ser lejos mejor.
58. Porque quería exámenes que me quitaran el hipo, y encontré exámenes que te quitan hasta lo bailao.
59. Porque busqué una asignatura difícil, y en Veterinaria encontré cuanto menos 4 horripilantes.
60. Porque estudiar 800 folios en 2 semanas es coser y cantar.
61. Porque de algo hay que morir, y como no fumo...
62. Porque el memo de mi cuñado era Licenciado en Biología.
63. Porque no tenía vida social antes de entrar, así que me dije: vamos  conseguirla toda junta en la biblioteca.
64. Porque quería un campus alejado del mundanal ruido, que se tuviera que ascender por barranco o cruzando autopistas.
65. Porque en épocas de lluvia me gusta esperar al autobús en la autopista del norte, que no hace frío...
66. Porque cuando me cruje la columna suena la "Macarena".
67. Porque creo en las nubes rosas.
68. Porque después de unos años seré Veterinario, Empresario, Ingeniero agrónomo, Anatomista, Técnico de alimentos, Higienista, Bromatólogo, Cirujano y Técnico medio-ambiental, aunque en el papelito sólo pondrá "Licenciado en Veterinaria".
69 Y... por qué no?

Dedicaco con cariño a todos los estudiantes de Veterinaria...

miércoles, 9 de febrero de 2011

Diario de un perro y Diario de un gato

Muy bueno, sobre todo el del gato. Menos mal que Jade no es así, jejejeje...

Diario de un perro:

8:00 - ¡Comida de perro! ¡Lo que más me gusta!
9:30 - ¡Paseo en coche! ¡Lo que más me gusta!
9:40 - ¡Paseo por el parque! ¡Lo que más me gusta!
10:30 - ¡Acariciado y mimado! ¡Lo que más me gusta!
12:00 - ¡Comida! ¡Lo que más me gusta!
13:00 - ¡Hemos jugado en el jardín! ¡Lo que más me gusta!
15:00 - ¡He meneado mi cola! ¡Lo que más me gusta!
17:00 - ¡Huesos! ¡Lo que más me gusta!
19:00 - ¡He jugado con la pelota! ¡Lo que más me gusta!
20:00 - ¡Guau! ¡He visto la tele con la gente! ¡Lo que más me gusta!
23:00 - ¡Durmiendo en la cama! ¡Lo que más me gusta!


Diario de un gato:

Día 983 de mi cautiverio. Mis captores continúan provocándome con extraños objetos colgantes.

Cenan carne fresca profusamente, mientras que a los otros presos y a mí nos alimentan con un sofrito de carne o algún tipo de nuggets secos. Pese a que muestro mi desdén con claridad, igualmente he de comer algo para mantenerme fuerte.

Lo único que me mantiene en marcha es mi sueño de escaparme. En un intento de darles asco, he vuelto a vomitar en la alfombra.

Hoy he decapitado a un ratón, y he dejado su cuerpo sin cabeza a sus pies. Esperaba que les provocase miedo en sus corazones, puesto que les he mostrado de lo que soy capaz. Sin embargo, simplemente han hecho comentarios condescendientes de lo "buen cazadorcito" que soy. Cabrones.

Esta noche han tenido alguna clase de reunión con sus cómplices. Me han confinado solitariamente durante el encuentro. Aun así, he podido oir el ruido y el olor de la comida. He escuchado por casualidad que mi confinamiento era por el poder de las "alergias". He de averiguar qué significa, y cómo usarlo en mi favor.

Hoy casi tengo éxito en el intento de asesinato de uno de mis torturadores, cuando he zigzagueado entre sus pies mientras caminaba. Tengo que volver a probarlo, pero esta vez en lo alto de las escaleras.

Estoy seguro de que los otros prisioneros son esbirros y chivatos. El perro tiene privilegios especiales. Le liberan regularmente, y parece más que deseoso por volver. Evidentemente es retrasado.

El pájaro debe ser un informador. Le observo comunicarse con los guardias con frecuencia. Doy por seguro que informa de cada movimiento que doy. Mis secuestradores le han organizado una protección en una celda elevada, así que está fuera de mi alcance. Por el momento...


Fuente: http://cuantodanio.blogspot.com/

sábado, 5 de febrero de 2011

Qué bonita es la carrera de Veterinaria, ¿verdad?

Al menos eso es lo que te dice todo el mundo...
"¿Y tú, qué estudias?"
"¿Yo? ¡Veterinaria!", respondes tú, con alegría inversamente proporcional a los años que lleves en la carrera.
"Huy, veterinaria... ¡Qué bonito!" responde inevitablemente la otra persona. Bueno, o eso o lo de que si esa no era una carrera de 3 años, pero como esa frase implica la muerte de quien la pronuncia, mejor nos quedamos con los del tópico.

Preciosa. Es una carrera preciosa. Porque tú llegas el primer año, con el moreno veraniego de después de Selectividad (que son las últimas vacaciones en condiciones que vas a tener, pero eso tú aún no lo sabes), entras en un aula y... ¿cómo sabes que no te has confundido de clase? Pues muy sencillo: porque todas las carpetas que te rodean están forradas con gatitos, perritos, caballitos y bebés. Que lo de los bebés no sé yo, pero... ¿en Arquitectura los de primero forran sus carpetas con fotos de ladrillitos y columnitas?

Pero es que además no sabes dónde te estás metiendo, porque medio día tienes teoría y el otro medio, prácticas. "¡Qué bien!", piensas, ingenuo de ti, "¡Cuántas cosas útiles voy a aprender!", pero pocas semanas después, mientras estás en prácticas de Física, en un lugar que parece el laboratorio de Dexter pero más inquietante, manejando unos aparatos que no tienes muy claro para qué sirven, pero que han conocido tiempos mejores, y con unos profesores cuya única guía mística es "Sigue el guión"... empiezas a pensar qué tiene que ver eso con lo que tú querías estudiar, y por qué demonios en tras en la facultad de noche... ¡y sales de noche!

Como todas las asignaturas se parecen un poco a las del instituto, tu ilusión es Anatomía. Bueno, eso la primera vez que la estudias, porque al tercer año de escápula, cuando coges el bisturí en lo que piensas es en cortarte las venas en juliana y no en disecar el plexo braquial. Y además tus apuntes parecen el Evangelio. Sí, sí, como lo oís: "El Genital según san Joaquín (Camón)", "La Embriología según Santa Cuca" porque como cada Cátedra da su versión... Con el premio especial de salir (de noche) oliendo a formol, que al menos tiene la ventaja de que en el metro te van haciendo corrillo.

Y es que como te pasas todo el puto día allí, tienes que tomar una decisión trascendental: tupper o menú. Yo creo que a los que eligen tupper tendrían que convalidarles las prácticas de Infecciosas y Microbiología, porque todo el mundo sabe que una taquilla estándar contiene:
-Un tupper de hace 2 semanas, en el que una táctica ofensiva envolvente por parte del Moho, le ha hecho proclamarse vencedor ante las Bacterias, en el glorioso campo de batalla de los restos de salsa carbonara.
-Unas botas que cualquier día salen andando ellas solitas de la cantidad de mierda materia indefinible que tienen en la suela.
-Una bata mugrienta con misteriosas manchas de sangre, naranja de acridina, césped, azul de metileno y carne picada.
-Unas natillas/flan/arroz con leche que regalaban un día hace 3 meses en una promoción, y que ya no se mantienen apiladas porque la tapa está totalmente abombada.

A los que optan por el menú, sin embargo, lo que deberían de convalidarles es Tecnología Alimentaria e Higiene, porque van a enfrentarse a:
-Filete con consistencia de suela, difícil de morder hasta para el aparato ese de doble mordida, de prácticas de Tecno.
-Esas-malditas-patatas-que-no-son-fritas.
-Postres antigravitatorios en los que metes la cuchara, vuelcas el postre y ¡tacháaaaan!, ni el postre se derrama ni la cuchara se cae.
-Tomates de ensalada cortados con el microtomo de Histología. ¡Sólo unas micras de espesor!
-Esas-malditas-patatas-que-no-son-fritas.
-Racionator contando albóndigas, san jacobos, huevos fritos y salchichas para que nadie se indigeste. Cualquier día los granos de la paella con cámara de Neubauer.
-¿He mencionado ya esas-malditas-patatas-que-no-son-fritas?

Y luego viene el café, que cuando llegas en Septiembre te parece ácido de batería, y en Junio te tomas 3 el mismo día sin pestañear. Así que, cuando asumes que te vas a pasar media vida allí, te apuntas a una asociación. Una asociación es un grupo de gente que se junta para buscar excusas, hacer actividades con el fin de tener:
a) un microondas.
b) un sofá.
Cuando las asociaciones suben de nivel buscan más excusas, hacen más actividades para tener:
c) un ordenador permanentemente conectado a youtube.
d) una nevera.
Por lo demás, la vida en la asociación es como la vida en un pueblo: vienen los del local de al lado a verte, pero se quedan en la puerta. A veces les pides cosas, pero en vez de un huevo o sal, es celo o unas tijeras. Sales a la barandilla a criticar a la gente. Te echas la siesta. Te peleas porque todos meten mierda y nadie limpia. Y así sucesivamente.

Entre tercero y quinto haces salidas a lugares de interés, que son muy útiles para:
-Que no vuelvas a comer chopped ni mortadela en tu vida.
-Que desarrolles tu ingenio y habilidades sociales para estar en Mercamadrid a las 7 de la mañana.
-Que compruebes que en las explotaciones de vacas pocas cosas son como te las habían contado.
-Que te duches antes de entrar a una granja de cerdos para ponerte después un mono y unos calcetines que no son tuyos, te quedan grandes, están tiesos y te dicen que los acaban de lavar pero tú no te fías mucho.
-Que veas muy negro tu futuro profesional.

En Tecno, lo que buscan es conquistar tu corazón a través de tu estómago, así que en vez de salidas, haces prácticas comestibles: un día haces pan, otro chorizo, mantequilla... hasta una bebida de diseño (miedito). Y tú todo te lo llevas a casa con gran ilusión, se lo enseñas a tu familia y... ellos te miran con cara de pánico. "Qué... qué bien hijo mío", dice tu madre mientras coge el "alimento" con la punta de los dedos y el brazo estirado, y lo esconde en el fondo de la nevera. "Lástima que hoy ya hayamos cenado, aunque sean las 6 de la tarde". Bueno, y también está esa otra práctica que parece sacada de la peli de "12 monos", la de las cabinas de cata, en la que todo es tan blanco y aséptico, que te dan ganas de pedir una camisa de fuerza para entrar en situación.

En otras asignaturas por el contrario, en lo que centran sus esfuerzos es en estar al día en material audiovisual y nuevas tecnologías. Al día... del golpe de Estado de Tejero, por lo que se ve. Sí amiguitos, hablamos de esas producciones en blanco y negro, o incluso en tecnicolor donde parece que en cualquier momento va a salir Troy McClure, y donde los cardados de pelo y los bigotes desvían toda la atención de lo que le están haciendo a la pobre vaca. ¿Y qué me decís de los programas en MS-Dos "Sims Cerdos" y "Sims Vacas"? La trepidante aventura de una explotación virtual.

Otras tienen las consultas, que consisten en soportar las borderías del propietario, del veterinario, y a veces también del perro (o no digamos del gato) sin perder gesto ni compostura. Y no falla: si estás tú solo, lograrás sacar toda la sangre que quieras, con una sola mano, de un Chihuahua histérico y deshidratado. Si el propietario del animal está delante, e intentas hacer lo mismo con un Mastín buenísimo, con los vasos como tu dedo de gordos y con 3 personas ayudándote, tienes garantizado hacerle un hematoma horroroso y no encontrar la vena.

Y no hemos hablado de lo más bonito de la carrera: los exámenes.

Está el "examen gimkhana" de prácticas de Anatomía, que parece una prueba de Humor Amarillo, consistente en buscar numeritos en un perro podrido y apuntarlos en una hoja sucia, mientras un reloj con alarma marca el cambio de mesa, con la tensión añadida de poder quedarte entre mesa y mesa, sin perro podrido en el que sumergirte.

Está el "examen amigo invisible", de prácticas de Fisiología, en el que metes la mano en una cajita, sacas un papelito con el nombre del profesor que te ha tocado, lo lees y... tu primer impulso es volverlo a echar, pero ya no puedes. Distingues a los que han corrido la misma suerte que tú: son los del fondo del pasillo con cara de susto.

El "examen M80", de Propedéutica de pequeños, cuando te sabes el test del cajón, el de Ortolani y el de toda su familia, pero no caes en que estaban poniendo Brown Sugar, de los Rolling.

Los "Ilogi-test" de Toxicología, Deontología y Parasitarias, con preguntas del tipo: Como usted bien sabe, es cierto que la falsedad de mi afirmación anterior me permite señalar que ante esos resultados no cabe pensar que (Señale la incorrecta):
a) Sí.
b) En carnívoros no es así, mientras que en rumiantes y suidos por el contrario, tampoco.
c) b, c y d son incorrectas.
d) Todas las anteriores son verdaderas.
e) Todas son falsas, incluida ésta.
Ya sabéis, niños: ante la duda, la e.

Los "exámenes psicológicos" de Histología y APG, en los que, después de un año en prácticas, a oscuras, en estado hipnótico sobre un microscopio, acabas por aprenderte la forma de las preparaciones como las manchas del test de Rochard, y todo tu afán es mirar la silueta disimuladamente para saber si es el testículo o la bolsa de Fabricio.

Por esto y por todo lo que me dejo: placajes de oveja en prácticas de Etnología, pesar mierda de conejo en Nutrición, la cola de reprografía, los pensamientos filosóficos que se tienen con el brazo dentro de una vaca, la maravillosa vida del alumno interno (y del delegado), las fiestas que terminan con un váter volando por la ventana, las estancias...

Qué bonita es nuestra carrera, ¿verdad? Tanto que cuando en una comida familiar, alguien se interesa por lo que haces ("Qué bonito, a mí también me gustan mucho los gatitos y los perritos"), y te planteas si contarle la necropsia de una vaca tuberculosa, el coprológico de un gato con diarrea, o la resolución quirúrgica de una hernia escrotal, te sientes bastante incomprendido y te planteas cambiar en tu futuro título lo de "Licenciado en" por "Superviviente de".

A todos los que llegaron hasta aquí y se sintieron identificados, con cariño. Y que conste que es en clave de humor, a mí me gusta nuestra carrera y no la cambiaría por ninguna otra.